ARTÍCULOS Y ENSAYOS

  • 23/09/2016

Fernando T. Pérez González
COLECCIÓN Magistri,5
UEX

Como se apunta en el prólogo del libro, Fernando Tomás “era discreto, tenaz, sistemático. Prueba de lo último es el dato de que en su primera obra publicada […] La Introducción al Darwinismo en la Extremadura decimonónica, se encuentran trabados gran parte de los temas que luego retomaría con un pespunte investigador minucioso. La bibliografía que componen diseña un paisaje historiográfico vivaz, urdido a partir de detalles rescatados en miles de horas de laboriosa pesquisa por archivos municipales, provinciales…”

Fruto de ese trabajo tenaz y silencioso es el libro que ahora sale a la luz, gracias a la iniciativa de Miguel Ángel Lama y la sugerencia de Miguel Hurtado, como también se apunta en el prólogo.

“Entre la historia del pensamiento en Extremadura y el análisis de sus instituciones culturales, desde el siglo XVII hasta el presente, este volumen reúne todos los estudios que Fernando Tomás Pérez González (1953-2005) publicó en revistas, catálogos y ensayos colectivos […]. Cuestiones como el debate que produjo la llegada de las ideas de Darwin a Badajoz, las transformaciones educativas en la época ilustrada o los avatares de la célebre Biblioteca de Barcarrota, se reconstruyen y analizan tras un trabajo exhaustivo en archivos a partir de “fuentes efímeras” (actas notariales, semanarios…).También se aborda la microhistoria cultural, esbozando las biografías del albacea de Comte; de Reyes Prósper, matemático pionero; de editores, otros ilustrados, y de los primeros periódicos de Cáceres. A esto se suman aquellos artículos que diera a la luz en prensa y, como hilo conductor, sus reflexiones sobre la enseñanza y demás formas de transmisión de las ideas, la historiografía y la edición; ámbitos en los que él mismo realizó aportaciones que aquí, como en sus monografías o en el catálogo de la Editora Regional, hacen patentes su valor y solidez, su carácter perdurable y ejemplar.”, según nota de las edición.

Porque Fernando T. Pérez González “hallaba su reposo en los libros, haciendo lema de ese verso de Cernuda que dejó transcrito en un cuaderno de hule: «Recuérdalo tú y recuérdalo a otros », como leemos en el prólogo.